La empresa Electroquímica Andaluza, propiedad de Uralitas y Aragonesas también llamado Grupo Aragoneses Industriales y Energía S.A., cerró la fábrica situada en Jódar (Jaén) en 1992. Año de olimpiadas, exposiciones y de atentados contra la salud pública. Hace 17 años ya ¿demasiado tiempo?
Cuentan en Sevilla, todo orgullosos, que el agua que baja por el Guadalquivir está muy limpia. No me apresuraría yo a decir tanto, si no, que se lo cuenten a los directivos de la empresa Uralitas y Aragonesas que estuvieron fabricando productos como sosa, hipoclorito y ácido clorhídrico en esta planta jienense desde 1971 hasta 1992, sin instalar ninguna depuradora durante años, justo en la orilla de este mismo río que, según parece, baja limpio por Sevilla. 21 años es demasiado tiempo para verter mercurio en un río, o en cualquier sitio.
Y si con las declaraciones de los propios trabajadores que veían cómo los vertidos de productos tóxicos iban directamente al río no tenemos suficiente, podemos echar un vistazo a algunos informes estatales en los que Electroquímica Andaluza aparecía en la lista de la Secretaría de Estado para el Agua y el Medio Ambiente de los más sucios ya en 1992, según aparece en este artículo del País del 08/03/1992
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/CATALUNA/sucios/elpepisoc/19920308elpepisoc_6/Tes
Pero no queda ahí la cosa, tampoco se cumplían medidas de seguridad en el proceso de fabricación de dichos productos, los trabajadores de esta empresa estuvieron en contacto con mercurio (http://www.atsdr.cdc.gov/es/toxfaqs/es_tfacts46.html) a diario sin que la empresa les suministrara mascarillas ni otros medios de protección. ¿Cuál fue el resultado de esta incompetencia? De 60 trabajadores en plantilla, murieron en el año 2000 habían muerto 15, todos ellos por cáncer. Después murieron más ¿es casualidad que muera el 25% de la plantilla de una fábrica en 20 años? No sé en qué tipo de fábricas trabajan ustedes pero en mi empresa el índice de mortalidad es bastante menor.
Cuentan en Sevilla, todo orgullosos, que el agua que baja por el Guadalquivir está muy limpia. No me apresuraría yo a decir tanto, si no, que se lo cuenten a los directivos de la empresa Uralitas y Aragonesas que estuvieron fabricando productos como sosa, hipoclorito y ácido clorhídrico en esta planta jienense desde 1971 hasta 1992, sin instalar ninguna depuradora durante años, justo en la orilla de este mismo río que, según parece, baja limpio por Sevilla. 21 años es demasiado tiempo para verter mercurio en un río, o en cualquier sitio.
Y si con las declaraciones de los propios trabajadores que veían cómo los vertidos de productos tóxicos iban directamente al río no tenemos suficiente, podemos echar un vistazo a algunos informes estatales en los que Electroquímica Andaluza aparecía en la lista de la Secretaría de Estado para el Agua y el Medio Ambiente de los más sucios ya en 1992, según aparece en este artículo del País del 08/03/1992
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/CATALUNA/sucios/elpepisoc/19920308elpepisoc_6/Tes
Pero no queda ahí la cosa, tampoco se cumplían medidas de seguridad en el proceso de fabricación de dichos productos, los trabajadores de esta empresa estuvieron en contacto con mercurio (http://www.atsdr.cdc.gov/es/toxfaqs/es_tfacts46.html) a diario sin que la empresa les suministrara mascarillas ni otros medios de protección. ¿Cuál fue el resultado de esta incompetencia? De 60 trabajadores en plantilla, murieron en el año 2000 habían muerto 15, todos ellos por cáncer. Después murieron más ¿es casualidad que muera el 25% de la plantilla de una fábrica en 20 años? No sé en qué tipo de fábricas trabajan ustedes pero en mi empresa el índice de mortalidad es bastante menor.
Si a las empresas sólo les importa hacer dinero, pese a quien pese, pasando por encima de sus trabajadores, de los ciudadanos y del Medio Ambiente, si al Estado le da igual que se contamine (o al menos le daba igual en 1992 que se contaminara), a la Seguridad Social le importa un bledo lo que les pase a personas que llevan trabajando honradamente toda la vida, cotizando para que se puedan crear hospitales y los inspectores de la Seguridad Social puedan cobrar sus sueldos, y los jueces hacen oídos sordos a los problemas de los ciudadanos, utilizando diferentes raseros según, vaya usted a saber qué criterios, ¿dónde está la justicia?
Señoras y señores, parece ser que no todos somos iguales ante la ley.
